Dionisio González, nació en Gijón (Asturias) en el año 1965. Desde el año 1989, fue licenciado en la Facultad de Bellas Artes de Sevilla, donde continuó allí dando clases como profesor de la asignatura de Iniciación a la Técnicas del Grabado en tercer curso. Realizó numerosos cursos para completar su formación como el de Estampación artística o de Multimedia y fotografía avanzada en Londres o un curso de formación de Cine y Televisión en Lisboa.
Se doctoró en Bellas Artes de la
Universidad de Sevilla, cuya tesis trataba de La Estética del Horror. Además de
trabajar en la Universidad, desde hace mucho tiempo también trabaja en la
galería Cavecanem de Sevilla.
Ha recibido numerosos premios, y ha
presentado sus obras de arte por las ciudades de todo el mundo. Se ha dedicado
a la fotografía, a las estructuras, diseño de interiores, etc. Por lo que se
considera como un verdadero artista.
Una de las obras más representativa
de Dionisio González, es conocida como “Elegía”. Esta obra la realizó en el año
1938, la cual podemos observar en la siguiente imagen:
Elegía, 1938
Esta obra, está inspirada en un poema de Carlos Drumond de Andrade (Brasil). En él se habla sobre el terror y la destrucción de la confianza por culpa de la desigualdad de la época. Fundamentalmente la obra refleja la explosión atmoterrorista y difuminación que hubo de la isla de Manhattan.
La descripción teórica que Dionisio
González hace de su obra es la siguiente:
“El
proyecto recoge 2 monitores. El primero documenta cómo se dinamita una chabola
y muestra la explosión en una especie de contenencia donde los restos, el
excedente, y lo deyecto se paralizan suspendidos en el aire con el detenimiento
simbólico que les es propio. El segundo monitor, muestra 4 propuestas de
espacios habitativos reducidos. Son en realidad 4 módulos o prototipos
totalmente evolucionados, hasta el último de sus detalles, que autogestionan la
energía y la canalización de sus residuos y que se ofertan como estructuras
habitacionales posibles para una efectuación real, y una introducción o
inserción en los asentamientos irregulares; es decir, en la ciudad informal.
Dichos módulos son estructuras unifamiliares de bajo coste.”
La
fracción delantera está explosionada y se suspende literalmente en el aire. Se
ha resuelto con los retales de madera y contrachapados de la explosión previa y
vinculante de una casucha dinamitada en un barrio chabolista.
Esta
pieza, de carácter más simbólico e instalativo que el resto de los módulos,
incide en las demoliciones forzosas y la violación de los derechos a la
vivienda, a la propiedad y al acceso a un recurso judicial efectivo. Por otra
parte, es importante conceptualmente el hecho de crear a partir de los restos;
es decir, a partir no ya de los residuos sino de aquello que la sociedad desde
su lógica de la exclusión considera un destino: una relación o falta de ella
con los bienes.
La
parte trasera se inserta en el mismo módulo, como su continuación lógica, pero
evoluciona hacia un fruncimiento en geometrías y facetas de cristalería que,
por el contrario, están resueltas con impecabilidad en vidrio especular y
aluminio. Incide lógicamente en la obligatoriedad contemporánea de potenciar la
venustidad de las ciudades, protegerlas de agentes indeseados de edificabilidad
irregular y mantenimiento desreglado, y nos remite al higienismo y el
transparentismo del panóptico, o sea; a la vigilancia, a la normatividad, y
claro está, a la restitución del estatus censal y visual del individuo.
(Dionisio González, Elegía 1938)
A continuación, dejaremos a
disposición un enlace web, donde se podrá acceder a la página de Dionisio
González, en la cual encontrarás todas sus obras y proyectos: http://www.dionisiogonzalez.es/instalaciones/descenso.html6
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